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La formación geológica de la Cueva de Nerja

La Cueva de Nerja se ha formado por un proceso denominado karstificación: el agua de lluvia disuelve dióxido de carbono (CO2) del suelo y de la atmósfera, y se convierte así en un agua “ácida”, “agresiva”, que va ensanchando las grietas y fracturas de la roca a medida que circula a su través. Al progresar la disolución se originan diferentes tipos de conductos y huecos en la roca que, con el paso del tiempo, van uniéndose entre sí hasta generar una gran cavidad. Se calcula que la infiltración y la circulación del agua de lluvia a través de las grietas y fracturas de los mármoles de Sierra Almijara, en los que se desarrolla la Cueva de Nerja, comenzó hace más de cinco millones de años.

La formación de los espeleotemas también va ligada al agua. Después de su viaje a través de las grietas y fracturas de la roca, el agua llega a la cueva y se desgasifica, es decir, pierde su contenido en dióxido de carbono. En este momento el proceso se invierte de modo que el agua, en vez de disolver la roca, precipita los minerales que lleva disueltos en el techo, en el suelo o en las paredes de la cavidad, originando así los distintos tipos de espeleotemas. Los espeleotemas más antiguos de la cueva tienen más de 800.000 años.

Un museo de espeleotemas

Catalogada como Lugar de Interés Geológico de Relevancia Internacional, la Cueva de Nerja ofrece un paisaje subterráneo de gran belleza, difícil de olvidar. Las formaciones geológicas más conocidas de este paisaje son las estalactitas, las estalagmitas y las columnas, pero no son las únicas…De hecho, la cueva se considera un auténtico “museo de espeleotemas”, por la abundancia, variedad y espectacularidad de formaciones que alberga. Algunas de estas formaciones son especialmente singulares, por su valor cultural, didáctico o científico.

Los nombres de muchos espeleotemas pueden parecernos curiosos, porque aluden, en muchos casos, a la forma del depósito o “a qué se parece”. Así, macarrones, piñas, discos, banderas, perlas de las cavernas, nubes, conos de las cavernas, calcita flotante, anillos, antiestalagmitas o leche de luna son algunos de los tipos, subtipos y variedades de espeleotemas representados en la cavidad. Pero los espeleotemas no sólo decoran las cuevas…

Los espeleotemas, rocas y sedimentos de la Cueva de Nerja son importantes registros científicos, cuyo estudio aporta información sobre diversos aspectos del pasado, tanto de la Tierra como del ser humano. Por ejemplo, el estudio de los espeleotemas aporta datos sobre el clima y la vegetación reinantes durante su formación, o permite conocer terremotos sucedidos hace miles o cientos de miles de años en la región en la que se ubican, por lo que constituyen una herramienta científica fundamental para el estudio del riesgo sísmico. De hecho, en la Cueva de Nerja se conservan las huellas dejadas por un gran terremoto sucedido hace 800.000 años antes del presente.

La velocidad de crecimiento de los espeleotemas depende de muchos factores, como son el caudal de goteo o la cantidad de mineral que el agua de goteo lleva en solución. Por ello, no existe una cifra absoluta de velocidad de crecimiento de las formaciones de las cuevas. En la Cueva de Nerja se mide experimentalmente, desde el año 2002, la tasa de crecimiento de algunos de sus espeleotemas.

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